domingo, 23 de noviembre de 2014
lunes, 7 de abril de 2014
miércoles, 15 de enero de 2014
Concepciones generales acerca de la sociedad capitalista y las relaciones económicas
Según
Keynes
Keynes fue el primer economista que reconoció que el
Capitalismo estaba enfermo y que exigía intervenciones drásticas del Estado.
Consideraba que el optimismo sobre el libre mercado no se extrae de los hechos
ni de la realidad, sino de una hipótesis muy simple. Las complicaciones reales
que niegan esa simplicidad y que los economistas ignoran son las siguientes:
1. Cuando las unidades eficientes de producción son
grandes en relación con las unidades de consumo.
2. Cuando los gastos generales están presentes.
3. Cuando las economías internas tienden a la agregación
de la producción.
4. Cuando el tiempo necesario para el ajuste es dilatado.
5. Cuando la ignorancia prevalece sobre el conocimiento.
6. Cuando los monopolios y las asociaciones interfieren
en la igualdad de la negociación.
Los economistas tradicionales consideran que la hipótesis
simple representa lo natural, por lo que es la ideal. Es decir, la consideran
saludable y las complicaciones posteriores como una enfermedad.
Keynes concluye reconociendo que el Capitalismo es
contradictorio y en absoluto es un régimen cerrado y completo, ni supone una
estructura natural para el desenvolvimiento de la sociedad humana.
No obstante sí defendía el Capitalismo frente al
Socialismo, al menos el Socialismo que él estaba viviendo. En su concepto considera
que el Capitalismo es la dependencia de un atractivo por hacer dinero y por tanto
motor suficiente para estimular la maquinaria económica.
En su "Teoría General" reconoce dos grandes inconvenientes
de la sociedad capitalista: su incapacidad para garantizar la ocupación
completa y la arbitraria y desigual distribución de la riqueza.
El sistema keynesiano se apoya en el papel activo del
Estado. Pero cree que esa actuación afecta a la iniciativa privada. Para Keynes
la eficiencia económica está relacionada con la iniciativa privada. En su
opinión "el individualismo es la mejor salvaguarda de la libertad personal
si puede ser limpiado de sus defectos y abusos, en el sentido de que, comparado
con otro sistema, amplía considerablemente el campo en que puede manifestarse
la facultad de elección personal.
En el fondo Keynes apuesta por un sistema en el que el
laissez faire juegue su papel sin llegar a hundirse. A tal respecto dice:
"Pero si la demanda es adecuada -regulada en gran medida por el Estado- bastará
con la habilidad y la buena suerte."
Según
Milton Friedman
Las concepciones de Friedman son más reaccionarias y
conservadoras.
En opinión de este economista, la libertad económica es
requisito esencial de la libertad política. Al permitir que las personas
cooperen entre sí sin la coacción de un centro decisorio, la libertad económica
reduce el área sobre la que se ejerce el poder político. Además, al
descentralizar el poder económico, el sistema de mercado compensa cualquier
concentración de poder político que pudiese sobrevenir. La combinación de poder
político y económico en las mismas manos es una fórmula que asegura la tiranía.
En un contexto tal, no es permisible acusar al mecanismo económico de mercado
capitalista de ser el causante de la Gran Depresión. Según Friedman, la Gran
Depresión se produjo por el fracaso del Estado en el área monetaria donde
ejercía el control. Sin embargo, esa responsabilidad no se reconoció ni
entonces ni ahora. Al contrario, amplios grupos interpretaron la depresión como
un fracaso del sistema capitalista de libre mercado.
En su teoría el libre mercado ha sido y es garantía del
progreso y de la libertad. Como vemos es una visión opuesta a la de Keynes que
ve en la libertad de mercado las condiciones propicias para la generación de
las crisis económicas y muchos de los males que aquejan al sistema.
Friedman tiene una confianza absoluta en los mecanismos
de la libre competencia; atribuye a esa libertad todo progreso. Considera que
es la única manera de no caer en el Socialismo que es sinónimo de esclavitud.
Por eso identifica el control estatal con Socialismo y libre intercambio con
libertad.
Acaba afirmando que el intercambio voluntario no es
condición suficiente para llegar a la prosperidad y la libertad, pero el
intercambio voluntario sí es condición necesaria tanto para la prosperidad como
para la libertad.
martes, 31 de diciembre de 2013
El pensamiento económico de Milton Friedman
Friedman fue un monetarista. Su lucha fue contra el
keynesianismo en la década de los años '50.
Muchos creyeron que la Gran Depresión
de los años '30 se debía a un fracaso del Capitalismo. Había que corregir el
modelo. En esa situación de análisis, Keynes insistía en que el Gobierno de los
EEUU podía moderar y hasta eliminar los ciclos económicos interviniendo en la
economía.
Friedman fue uno de los pocos economistas que en esa época
plantearon todo lo contrario. En su pensamiento está muy claro la desconfianza
en las intervenciones estatales. Para él, la labor del Gobierno debía centrarse
en garantizar la existencia de un marco financiero estable, y no influir en el
desarrollo de los acontecimientos.
El tema monetario fue la materia que más interesaba a
Friedman. Su aportación a esa idea que dejó plasmada en "Historia
monetaria de los Estados Unidos", forzó a los economistas a considerar más
en serio el Monetarismo. La evidencia que presentó Friedman al respecto fue que
los mayores ciclos macroeconómicos de la historia estadounidense, habían tenido
su origen en shocks monetarios, en la mayoría de los casos acrecentados por la
mala gestión de las autoridades monetarias.
Esa contribución dio pié al nacimiento y desarrollo de la
"Escuela de Expectativas Racionales". Dicha Escuela sostenía que los participantes
en el Mercado no ignoran las futuras predicciones de la Economía, anticipándose
racionalmente a los efectos de las políticas gubernamentales.
Friedman propuso la aplicación de una regla monetaria
consistente en adoptar una tasa de crecimiento constante del dinero, similar a
la tasa del crecimiento del PIB.
Otro aporte de Friedman fue rechazar la idea de muchos
economistas de que la existencia de inflación permitía disminuir el desempleo.
Decía que la tasa de desempleo viene determinada por factores institucionales,
como las presiones sindicales y la existencia del salario mínimo.
Las teorías económicas de Friedman han tenido un fuerte
rechazo y en los pocos lugares donde se han aplicado, fueron la causa de crisis
descomunales económicas, como en Chile en la década de los '80 y Argentina en
la de los '90.
Al revisar la Gran Depresión de los años '30, Friedman
cometió un error de bulto, al sostener que dicha Depresión no fue un fracaso
del mercado, sino un fracaso de la Reserva Federal que llevó a cabo una mala
política monetaria, que fue la causa. Argüía que la RF no inyectó liquidez al
sistema para salvar a los bancos, tras las primeras corridas bancarias y eso
produjo un efecto en cadena.
Las corridas bancarias son consecuencia de la reserva
fraccionaria que llevan a cabo los bancos para multiplicar fraudulentamente el
dinero de sus clientes, prestándolo a otros clientes; y los bancos centrales
como la Reserva Federal, legitiman esa multiplicación inyectando liquidez
cuando los clientes van al banco a retirar su dinero, dinero que ya no existe
físicamente. Al inyectar liquidez se podría haber evitado la Gran Depresión.
La reacción general en una recesión consiste en implementar
políticas contra cíclicas, esto es, expansión monetaria y fiscal para evitar la
caída. En 1920, el desempleo subió del 4% al 12% y el PIB bajó un 17%. Sin
aplicar políticas contra cíclicas, a mediados de 1921 los signos de recuperación
eran ya visibles. Al año siguiente, el desempleo volvió a bajar hasta 6,7% y
sólo a 2,4% en 1923.
¿Qué causó entonces la Gran Depresión?
Tras el Acuerdo de
Génova en 1922, Inglaterra utilizó la libra como si fuese oro, manteniendo las
tasas de interés artificialmente bajas, con lo que acumularon miles de millones
de libras en el Banco de Francia, que comenzó a pedir oro a cambio. Presa del
pánico, el Banco de Inglaterra indujo a la Reserva Federal de Nueva York a
bajar la tasa de interés e intensificar las compras en el mercado abierto de
valores, con lo que se alimentó la inflación. Este movimiento fue para no hacer
necesario el pago de las obligaciones de oro a Francia.
Entre mediados de 1922 y abril de 1928, el crédito bancario
creció más del doble de lo que lo hizo para financiar la primera Guerra
Mundial. Estas decisiones fueron causa de excesos especulativos: el dinero
nuevo entró al mercado de valores y los bienes raíces.
La economía se calentaba en exceso y en 1928, los
funcionarios de la Reserva Federal enfriaron la fiebre especulativa limitando
la oferta de dinero. En 1929, el crecimiento de la oferta de dinero se
arrastraba a una tasa anual de sólo 0,7%, una clara desaceleración provocada por
las contradicciones de los años anteriores.
La depresión causada por años de inflación estaba a punto de
comenzar, y los monetaristas no saben todavía, a estas alturas, el por qué.
¿Y ahora, qué?
Cuando el mercado asuma que la flexibilización cuantitativa
de la Reserva Federal ha sido una máquina falsificadora de dinero, el efecto será
similar al de la Gran Depresión. Sólo con anunciar el probable término de la
flexibilización cuantitativa, los precios del oro, la plata y el cobre se han
desplomado recientemente, aunque los monetaristas intentan convencerse a sí
mismos que los desplomes en los precios se deben al menor crecimiento de China.
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